La Colección del Museo de la Universidad de Alicante está formada por fondos procedentes de la donación de artistas y de particulares, así como por obras adquiridas, a lo largo de los años, por la institución. Destaca la colección de obra gráfica de Eusebio Sempere y los fondos de fotografía arquitectónica de Julius Shulman.
Desde 2005, la Colección cuenta con una sala permanente que por cuestiones de espacio y de conservación se renueva de manera periódica. Las exposiciones que se crean en ese espacio atienden principalmente a criterios temáticos y didácticos con el propósito de acercar al espectador el arte de la manera más dinámica posible.
El MUA cuenta con una gran variedad de fondos, sobrepasando en la actualidad el millar de piezas. Las líneas trazadas para su división son principalmente técnicas y temáticas: pintura, obra gráfica, escultura, obra sobre papel, fotografía, vídeo y medios digitales.
La generosidad de muchos artistas, expusieran o no en la antigua sala de exposiciones de la UA y en el MUA, ha permito conformar una colección pictórica de una gran riqueza, tanto en las técnicas y estilos como en los temas abordados. Óleos, acrílicos, acuarelas, collage y técnicas mixtas. Abstracción lírica, más gestual o matérica, pero también abstracción geométrica. Figuración realista o mágica. Pintura social y comprometida y aquella más autobiográfica. Paisajismo naturalista o naturalezas abstractas filtradas por la visión personal del paisaje. Pintores de nuestra tierra, o enamorados de ella, y otros llegados de lugares más lejanos. Todos conforman un mosaico poliédrico que refleja la riqueza y libertad de la creación plástica contemporánea.
La obra gráfica supone uno de las secciones más destacadas de la colección del MUA. Se trata de un interesante conjunto de obras, tanto por su calidad como por su diversidad. A la variedad de técnicas –xilografía, serigrafía, litografía o grabados al aguafuerte o a la aguatinta-, se suma la pluralidad de lenguajes y estilos.
Dentro de este apartado podemos encontrar láminas de artistas españoles consagrados como Pablo Picasso, Joan Miró, Gutiérrez Solana, Agustín Ibarrola, Hernández Mompó, y Amadeo Gabino, creadores alicantinos como Antoni Miró, Ricardo Junio y Alfonso Sánchez Luna, así como artistas internacionales como W.Repsold, Ana Vivoda, Joe Spencer y Greg Winter.
Pero sin lugar a dudas el capítulo más significativo de la colección del MUA es la obra gráfica completa de Eusebio Sempere, un conjunto de más de 200 láminas realizadas por el artista alicantino más destacado del siglo XX.
Pese al reducido número de piezas que componen la sección de escultura, posiblemente sea la más heterogénea de cuantas componen la colección, debido a las diferentes temáticas, dimensiones, técnicas y materiales empleados para su realización, así como por la dispar edad y procedencia de sus autores. La identidad de la mujer, la memoria, el homenaje a otros artistas o la ecología son algunos de los temas tratados. Para ello, en unos casos utilizan materiales clásicos en la elaboración de esculturas como el alabastro, la madera o el bronce, y, en otros, elementos insólitos como ramas, papel de fabricación artesanal o cáscaras de naranja.
De entre todas las piezas habría que destacar dos obras del artista de Mutxamel Arcadi Blasco. Se trata por una parte de “La Cova”, excelente relieve cerámico en la que gracias a sus sobresalientes conocimientos de los materiales y el horno, nos ofrece una contundente creación en la que aplica el lenguaje del expresionismo abstracto de un modo personalísimo, y, por otra parte, del “Homenaje a Tatlin” políptico en el que, mediante diversos materiales como la madera, el lienzo y la cerámica, realiza versiones sobre el Monumento a la III Internacional que diseñara el artista constructivista ruso Vladimir Tatlin.
En esta sección se recogen fundamentalmente las creaciones realizadas mediante la técnica del collage y los dibujos que tienen como soporte el papel. Los fondos del MUA cuentan con más de una veintena de collages. Al analizarlos podemos diferenciar dos modos de trabajar. Por una parte aquellos artistas que utilizan el papel o el cartón para crear composiciones abstractas, y por otra, creadores que se apropian de imágenes y objetos encontrados para recontextualizarlos y ofrecernos escenas con un significado totalmente diferente.
En cuanto a los dibujos también podemos distinguir dos conjuntos. Por una parte los que tienen como función ser estudio o boceto de una obra más elaborada, y por otra aquellos que son considerados como obra acabada. Aunque dentro de este segundo grupo, debido a la inmediatez del trazo y a la frescura que emanan, nos encontramos que muchos de ellos se hallan a medio camino entre el boceto y la obra definitiva.
Los fondos fotográficos del MUA destacan por su carácter multidisciplinar. Por un lado, la fotografía de autor aborda narrativas diversas que van desde las historias más intimistas a la plasmación de espacios naturales o urbanizados. Desde la construcción de la identidad personal al enraizamiento de las tradiciones que nos unifican como sociedad. Desde las metáforas visuales a la abstracción. Por otro, aquella fotografía más arraigada en la tradición documental abarca ámbitos como la fotografía arquitectónica, la subacuática, el paisajismo o el reportaje fotográfico. Dentro de esta vertiente, destaca el compromiso del MUA con el fotoperiodismo alicantino a partir de series que ahondan en cuestiones como la exclusión social, la violencia de género o el conflicto saharaui.
Merece una mención especial la presencia de una de las colecciones más completas de fotografía arquitectónica del norteamericano Julius Shulman, considerado uno de los fotógrafos más influyentes de su tiempo. Su trabajo fue decisivo para introducir la arquitectura moderna en Estados Unidos tras la II Guerra Mundial.
Las piezas en soporte vídeo que integran la colección del MUA proceden en gran parte de dos convocatorias de artes plásticas producidas por el museo universitario. Una de ellas, “Corpórea. Representaciones del cuerpo en la contemporaneidad”, reflexionaba en torno a cuestiones como la configuración del cuerpo, la fragmentación del yo, la perdida de la identidad, los nuevos cánones de belleza, el culto desmedido al cuerpo, su fragilidad, la violencia, la sexualidad, la biogenética, los nuevos medios de comunicación, la realidad virtual, etc. Por su parte, “Mulier, Mulieris”, surge como una plataforma plural –abierta a hombre y mujeres que utilizan cualquier medio expresivo– para abordar cuestiones de género. El cuestionamiento de la imagen y los roles femeninos, la visibilización de los logros de las mujeres, problemáticas sociales como la desigualdad, la discriminación o la violencia de género, la construcción de otras identidades o la defensa de una mirada más intimista, están presentes en algunas de estas obras.
La incorporación de las nuevas tecnologías a la creación artística ha contribuido a enriquecer la plástica contemporánea. El MUA cuenta entre sus fondos con piezas que utilizan, en origen o para su plasmación, la tecnología digital. Reflexiones sobre la degradación medioambiental, ejercicios de análisis vectorial, cuestionamiento de estereotipos femeninos, metáforas visuales y homenajes al legado de las mujeres centran los temas de estas obras.