El MUA expuso un recorrido por los últimos trabajos del artista murciano Lidó Rico (Yecla, 1968) que, junto a Silvia Sempere, fue el artista que mostró su obra en el stand del MUA en ARCO 2002. La muestra Sumergidos, cuya disposición laberíntica trató de sorprender al espectador, constó de trece piezas pequeñas y una pieza principal titulada “The Factory”. La muestra estuvo comisariada por Aramis López y José Luis Martínez Meseguer, Técnicos de Arte del MUA.
Lidó Rico, a lo largo de su carrera artística, ha trabajado con su propio cuerpo para la consecución de sus piezas escultóricas, moldes elaborados con resina que pueden tintarse con diversos colores y a los que la luz extrae innumerables matices. El sufrimiento de Lidó durante la producción queda plasmado en sus figuras: rostros distorsionados, retorcidos como la corteza de un árbol viejo, que buscan expresar la diversidad y complejidad de los sentimientos del ser humano. Pero la metamorfosis de su cuerpo vivo en materia petrificada es parte de la belleza del proceso, un “milagro” tal y como lo define el propio Lidó, para quien es primordial “encontrarse con la materia de una forma real para lograr resultados”.