El vigilante de la nieve es una de las obras poéticas más emblemáticas de Antonio Gamoneda, Premio Cervantes 2006. Incluye once fragmentos pertenecientes al Libro del frío (Ediciones Siruela,
1992).
Robés ha creado una colección fotográfica exclusivamente para El vigilante de la nieve. Ambos autores han querido compartir su obra, fusionar sus creaciones que, de manera individual, han realizado sobre un mismo eje.
La fotografía de Robés en El vigilante de la nieve está realizada desde la serenidad, en ellas se escucha el silencio, el susurro de los versos de Gamoneda. Es una obra conceptual, casi minimalista, donde las sensaciones y los sentimientos se proyectan en una fotografía pura en blanco y negro, realizada aún con negativo químico.
No tiene lugar ni tiempo conciso, es un sueño, un estado espiritual, una ráfaga. Es una creación en la que Robés ha trabajado durante años y con extremo cuidado, cuidando la estética purista que cierra el círculo de once imágenes equilibradas entre sí junto a la obra poética.
La fusión con el poema de Gamoneda confiere a esta obra una dimensión en la que fotografía y poesía se complementan y proyectan una visión global y matizada de estas dos expresiones artísticas.