El Museo de la Universidad de Alicante (MUA) albergó del 8 noviembre de 2001 al 23 de febrero de 2002 la muestra fotográfica Fragments, una selección de 180 títulos de la Colección Rafael Tous d´Art Contemporani, constituida por más de 1.500 fotografías. La exposición, que ocupó los 2500 m2 de espacio expositivo del MUA, se configuró en torno a cuatro grandes temas distribuidos por salas: El Cuerpo, Arquitectura, Historias Visuales e Instalaciones.
Fragments ofreció una visión panorámica de la creación contemporánea a través de 540 fotografías de 48 artistas internacionales de la talla de Cindy Sherman, Andrés Serrano, Alberto García-Álix, Humberto Rivas, Paul Blanca, Laurie Simmons, Tracey Moffat, Eulàlia Valldosera y Joel Peter Witkin, entre otros, y es la primera vez que pudo verse en conjunto una selección tan cuantiosa de una de las más relevantes colecciones españolas de arte contemporáneo.
La colectiva, comisariada por Glòria Picazo, hizo patente la presencia destacada de la fotografía en el panorama artístico contemporáneo, la superación de los temas tradicionales, la tendencia hacia un lenguaje autorreferencial de universos interiores y el intento de derrocar las imposiciones técnicas, materiales, estilísticas y conceptuales propias de las tendencias actuales.
El espacio destinado a las Historias Visuales, la Sala 365, albergó las fotografías que, mediante el empleo de un lenguaje narrativo cinematográfico, constituían pequeñas obras secuenciales destinadas a despertar la imaginación y a revelar mundos privados. En esta modalidad se enmarcaron los trabajos de David Hilliard (Boston, 1965) con su obra Rising (diferentes escenas de un baño en un lago de Massachussets) o Dad y Hot Coffee, soft porno, en las que se pudo ver al padre del artista en dos escenas distintas: en la primera a través de la ventana iluminada, transmitiendo su soledad, y en la segunda acompañado por otro hombre, compartiendo película y café en vaso de plástico. Noritoshi Hirakawa (Fukuoka, Japón, 1960), en su obra Revelation de Printemps, fotografía a niñas desnudas que se tapan pudorosamente en medio de un parque solitario y oscuro, mientras en la imagen anexa la ropa destaca simbólicamente como representación de una escena sórdida que acaba de acontecer. Igualmente simbólica es la obra de Marcel Pèy (Cardona, 1948), que deconstruye las imágenes en collages, expresando el ritmo de vida neoyorkino, con sus dosis de violencia, erotismo y fetichismo cinéfilo.