Esta muestra supone la recuperación del legado artístico de Tomàs Ferrándiz Llopis (Alcoi, 1914 - Madrid, 2010). Escultor, pintor e ilustrador, Ferrándiz trabajó entre 1936 y 1939, como muchos otros artistas de la época, al servicio de la causa republicana, tanto desde su Alcoy natal, como desde Alicante, una ciudad que, junto a Valencia, era en los días de la guerra la retaguardia del frente madrileño y un activo centro cultural.
Su compromiso con la contienda se vio respaldado por la selección de dos de sus obras para el mítico Pabellón de la República en la Exposición Internacional de París de 1937, que estuvieron expuestas junto al Guernica de Pablo Picasso y obras de Joan Miró, Alberto Sánchez, Alexander Calder, Julio González, etc. De esas dos obras, se exponen en el MUA el retrato de Rafael Mengual y los más relevantes bocetos de “Clamor de guerra”.
En la presente muestra observamos cómo la guerra civil deja una clara estela en su obra. Su discurso más destacado, el bélico, viene cargado de ráfagas líricas que se combinan con el estudio y la representación de la figura femenina. Esta temática es recurrente entre los artistas, pero el hecho de que estas obras se realizasen en tiempos de guerra, dota a las mujeres de una actitud de lucha.
Dentro de los recursos artísticos utilizados por Ferrándiz, vemos un amplio abanico de técnicas que parte desde el dibujo (más frágil), pasando por la litografía, el grabado, la pintura y la escultura, siempre partiendo de los materiales accesibles de aquel periodo.
Como otros artistas de su tiempo, Tomàs Ferrándiz cayó en el olvido al finalizar la guerra hasta que, un inquieto galerista, José de la Mano, pudo acceder a un estudio que recopilaba una serie de obras del artista, lo que le permitió recuperarlas.
