// 09.03.2012 - 12.05.2012 / Sala NAIAS

DON'T HAPPY, BE WORRY

Moisés Yagües


Al contemplar la obra de Moisés Yagües, la primera impresión que nos queda es la de una producción simpática y divertida en la que él trabaja de un modo muy personal el dibujo y las técnicas gráficas. Pero conforme vas profundizando en sus cuadros te das cuenta que tras una apariencia fresca y lúdica, aflora una punzante ironía, que aun se potencia más por la excelente elección de los títulos. Unas obras inteligentes y ácidas en las que el autor reflexiona sobre la condición humana, las relaciones personales y los problemas sociales.

Me llama la atención esa vuelta de tuerca, ese paso más allá que ha dado el artista hacia la desesperanza. Personajes que se asoman al abismo, cuerpos en plena caída, escaladores y funambulistas que se mantienen a duras penas en equilibrio, gente que busca a otra gente y que se busca a si misma, personas que han perdido toda esperanza. Parece que los miráramos desde lo alto, que los observáramos sin ser vistos, que pudiéramos asomarnos a las ventanas de sus casas sin que sus historias pudieran afectarnos. Parece un divertimento, un juego, pero cuando te vas a dar cuenta, ya es tarde. Primero notas que en tu cabeza ha saltado una chispa que provoca que se ponga a funcionar todo el mecanismo. Después se te queda congelada en la boca una amarga sonrisa. En ese momento una profunda melancolía te ha inundado hasta dejarte calado hasta los huesos. Ya no hay marcha atrás, tienes la certeza de que los dibujos de Yagües son una enorme metáfora de nuestra propia existencia. Quizás hubieras preferido seguir siendo un ignorante, un esclavo feliz, pero el artista no tiene piedad al alumbrar nuestras vidas con su penetrante lucidez.

Volver

// PUBLICACIONES