// 28.02.2006 - 24.04.2006 / Sala ALTAMIRA

ROMPER EL SILENCIO. CENCERROS Y TAMBORES

Tomás Martínez López


Tres son los viajes que el fotógrafo Tomás Martínez López nos propone en esta exposición. Tres puntos diferentes de nuestra geografía donde revivir tradiciones ancestrales en las que el ruido, entendido no como sonido molesto sino como elemento de cohesión, es el protagonista. Fiestas cuyo origen se pierde en el tiempo y que se mantienen gracias a la voluntad de toda una colectividad.

La tradición del zanpantzar celebrada en las poblaciones de Ituren y Zubieta en la provincia de Guipúzcoa anuncia que es tiempo de Carnaval. Hombres y mujeres ataviados con plumas de gallo, crines de caballo con las que azuzan una y otra vez el suelo por el que transitan y sobre todo, el ruido ensordecedor de sus cencerros que no dejan de retumbar por las estribaciones del monte Mendaur durante cerca de 48 horas, parecen querer despertar a la madre naturaleza tras el letargo invernal.

Los tambores de Calanda en la provincia de Teruel rompen el silencio cada Viernes Santo. Los tamboristas vestidos con sus túnicas moradas esperan con entusiasmo la llegada del mediodía, momento en que tiene lugar el acto de “romper la hora” y donde miles de tambores y bombos comienzan a tocar en un gesto que se prolongará a lo largo de toda la noche. Esta costumbre de tocar el tambor durante la Semana Santa sucede también en la localidad de Mula en la provincia de Murcia. Una fiesta que surgió como protesta a las autoridades y a la Iglesia, y que hoy se complementa perfectamente con todos los actos religiosos.

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